viernes, 28 de noviembre de 2008

Nocturno


Allí donde la Barcelona moderna deja de serlo. Allí donde el ruido de los coches apenas llega, empieza la Plaza de la Catedral y el Barrio Gótico.

Es adentrarse en una ciudad antigua y hermosa, llena de recuerdos, y de fantasmas que no quisieron marchar del encanto que se respira cada día.

La gente camina más lenta, como si allí no existiera el tiempo y la Plaza va adaptándose a la próxima Fira de Sta. Llúcia (Santa Lucía), donde los abetos, belenes y adornos de Navidad, unido a las melodías de "les nadales" (Villancicos), conforman un ambiente especial en el que los adultos se convierten en niños y las figuras del belén, toman vida.

Las lavanderas se acercan al río con su canasta llena de ropa, las ovejas van pastando mezclando el blanco de su lana con la hierba verde, los pastores almuerzan y en los ríos de plata, saltan los peces.

Los ángeles cantan la Buena Nueva, y los niños con los ojos bien abiertos de ilusión, tiran de la mano de sus padres que continuan enganchados delante de las paradas. Tantos recuerdos de la infancia...

La Catedral se eleva erguida, queriendo tocar el cielo con sus agujas, y cientos de turistas y barceloneses, entran a gozar de la vista interior del claustro y sus capillas.

Delante del Cristo de Lepanto, ejércitos de velas votivas, arden pidiéndole milagros.

Y fuera, en la noche, se elevan un coro de melodiosas voces cantando Gospel. Se les oye, pero apenas se les ve, por la multitud de personas que los rodean , gozando del espectáculo.

Tocan palmas, bailan y lanzan al cielo estrellado, sus armoniosas voces. Todo es distinto.La alegría entra en los corazones y tocamos las palmas al mismo ritmo que ellos.

Los ventanales y ventanucos del Barrio Gótico, iluminados nos contemplan. Y allí, por encima de todas las cabezas, de las notas del gospel y las campanas de la Catedral,dando las horas... Barcelona... nos contempla enamorada.

Malena

Dedicado a Ali Montero con todo mi cariño, por la alegría tan grande que me ha dado al venir a visitarme.Gracias por ser como eres, Ali.

lunes, 24 de noviembre de 2008

En mitad de la noche


Me he despertado en mitad de la noche,sin motivo en principio aparente. He apartado el edredón, y sin hacer ruido, me he ido a buscar mi bata para dirigirme a la cocina.

Allí, me he dado cuenta de que el viento azotaba, de manera violenta, las palmeras del jardín, y se me ha apetecido un vaso de leche caliente que me haga recuperar el sueño.

Con él me he dirigido al salón y así a oscuras, beberme el líquido caliente, pero estaba visto que el sonido huracanado del viento, no era el único en la noche.

He oído la voz de un hombre que hablaba sin que nadie le contestara, y mi curiosidad, me ha hecho salir a la terraza, para ver quién era y que decía.

Estaba solo, allí, en mitad de la calle, con algo que no identifiqué y resultó ser una botella. ¿Qué hacía allí?... Su voz sonó con más fuerza, y acompañado del ulular del viento, se oyó como decía: ¡Ulises!...¡Ulises!...¿Dónde está Itaca?... y mi corazón se estremeció.

¿Qué razón le había impulsado a beber en esta noche desapacible? ¿Dónde está su Itaca? ¿Qué sufrimiento quería esconder con la bebida?

Y allí, solo, seguía su monólogo en el que volcaba su angustia, o sus sueños truncados.

Una voz desde algún balcón, le gritó que callara. Una voz que no oyó, que no llegó a ese mundo irreal en el que se había sumergido.

Me cerré mejor la bata mientras le miraba y pensaba que no era, él, el único que esta noche en Barcelona, echaba al gélido viento sus penas, y sentí dolor por el sufrimiento ajeno tantas veces injusto.

Siguió poco a poco, con paso cansino subiendo la calle... Quizá buscando su camino hacia Ítaca.Y yo recordé los viejos versos de Kaváfis:

" Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca, debes rogar que el viaje sea largo...que sean muchos los días de verano, que te vean arribar con gozo, alegremente, los puertos que tú antes ignorabas"

¡Buen viaje, compañero! Todos en esta vida, caminamos hacia Ítaca...


Barcelona, 4 de la madrugada del viernes 21 de Noviembre.


Malena

jueves, 20 de noviembre de 2008

Y es que le amo... (Ya somos tres)


Mi amiga y compañera de Blogs: "El Viento en la Isla" y yo, hemos vuelto a unir nuestras inspiraciones. Indistintamente ella me envía un poema y sobre él, yo me inpiro, o al contrario, yo le hago "la faena" de enviarle un escrito, y ella se ve en la "obligación" de escribir un poema. La verdad es que nos complementamos muy bien y pasamos buenos momentos preparando nuestro trabajo conjunto. Aquí lo teneis. Sed benevolentes.
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Parecía que iba a quedar aquí el asunto de nuestro trabajo conjunto, pero ha aparecido nuestro amigo de "La Tierra de Gengi" aportando su inspiración, y ya...¡somos tres! Leedlo, merece la pena y estamos las dos sumamente agradecidas. Gracias, Jesús.

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Y yo vibro entre sus brazos... No somos más que dos que se convierten en uno, jugando al juego de la vida. La locura del amor me hace hablar sola... No sé si me escucha, pero escucharme a mí misma, diciéndole que le amo, ya llena mi alma.

Y digo su nombre... le llamo y él acude con sus brazos abiertos y me toma.

Y somos dos que se separan en un instante, para volverse a fundir al siguiente.

Y es que le amo... Y es que... él también me ama.


Malena

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Acudo a tí cada vez que me nombras

Y juntos paseamos el bosque imaginado

No hay miedo de perderse

No hay temor en los pasos.

Y si entre la arboleda

De tu mano distraigo

Nómbrame de nuevo

Llámame muy alto

Que el amor no extravía

Si brota de tus labios.

El Viento en la Isla

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Si embuida en mi amor, ese que te hace estar un poquito loca,.hablas sola.

No temas, pues toda tu voz, a mi llega, tan alta, tan clara, atronadora.

Como la catarata que une lo viejo y lo nuevo.

Como el rayo de sol que unge a todos los seres, a todo lo bello.

Esa voz es; aunque no estés presente, la que me guia y da forma.

A mi ser, a mi vida a nuestro destino, a este bello sueño.

La Tierra de Genji

lunes, 17 de noviembre de 2008

Gracias


Mis queridos amigos y compañeros: Os agradezco de todo corazón vuestros comentarios, tan llenos de cariño y delicadeza, máxime, cuando después de colgar la entrada, me entró arrepentimiento de haber expuesto mis sentimientos más íntimos, que en algún momento, podían haber sido crudos.

Al comentarlo con mi amigo y compañero de blogs Fernando Giucich, me hizo ver que exponerlos, era también una forma de desdramatizar una enfermedad que cogida a tiempo, tiene un porcentaje muy alto de curación.

Dinobat, Adolfo Payés, Amaya, Baubo, Ocasiones, Mary, Adrisol, Jesús (El Sueño de Genji), Juan, Pablete, Jesús Arroyo, Prometeo, Noelplebeyo, Mucha de la Torre, Manuel de la Rosa, FGiucich, Gárgola, Sol, El Viento en la Isla, Raquel, Tea Cup Club, Digler, Salvochea, Cava, José Javier, Antifaz, Manny, Alkerme, Lunática(Joselyn), Runner48, Goathemala y Mariella.

Gracias de todo corazón por todo lo que me dais.

Estos días, no he podido visitaros en vuestros blogs por motivos profesionales, mañana mismo, empiezo a visitaros. Sé que tengo mucho y bueno para leer.

Mil besos.

Malena

jueves, 13 de noviembre de 2008

Impulsos.


El día está gris y las nubes van cargadas de un agua que les cuesta soltar, como si quisieran acapararla para su uso y disfrute.

Estaba mirando a través de la cristalera del salón, y un impulso, de aquellos que en mí son tan frecuentes, me ha hecho ir a mi armario y ponerme la gabardina, el sombrero de la lluvia y salir a la calle.

No tengo que preguntarme a donde quiero ir a pasear, es tan evidente... Y es que el parque es una constante en mi vida. Allí paseo a mi buen Wiper y mientras, me pongo a pensar, a solucionar asuntos, a inspirarme...

He entrado en el parque, y apenas he visto a nadie...algún señor con ropa deportiva corriendo y algún viejecillo que seguramente va hilvanando recuerdos, al igual que yo.

Ha empezado a llover, pero sin demasiada fuerza... acariciando tanto el rostro como el alma. Gotas que alguna vez se confundieron con lágrimas, pero hoy no. Afortunadamente, la lluvia del alma también cesa y vuelve a lucir el sol.

No quiero pensar, quiero sentir. Sentir como el agua cae sobre las hojas, y algunas, muchas, caen al suelo formando un manto amarillento sobre el que camino.

Ver los árboles centenarios haciendo soliloquios un día más. Tomar una hoja del rosal de mis rosas de Siria. Mis rosas de Siria...Una vez me preguntaron el por qué salen a relucir en mis escritos, cuando hablo del parque.Es tan fácil de explicar...

Cuando hace siete años tuve el cáncer, me iba a pasear con mi tristeza al parque y descubrí los rosales en flor, y acaricié las rosas, porque me ofrecían la belleza de la que carecía mi vida en esos momentos, y así día tras día, estableciéndose una invisible relación entre ellas y yo.

Cuando marchitaron, fui esperando durante un año, su floración, acariciando sus hojas durante el invierno. Cuando volvieron a salir, les dije, con el alma mucho más serena y abriéndome a la esperanza...¡un año más y estamos aquí! y este hecho se repite año tras año.

Yo acaricio el arbusto durante el invierno y le hablo, y ellas, me ofrecen su belleza al llegar la primavera. Ellas son mis rosas de Siria.

Me he sentado en un banco, y he levantado el rostro para que la lluvia lo mojara y me he sentido bien porque mi alma sonríe una vez más.

Es el momento de volver a casa. Camino lentamente...terminando de saborear estos instantes tan íntimos y sinceros. Allí me esperan unos brazos que me confortan siempre, en las alegrías y las penas que yo procuro que sean las menos.

La lluvia...sigue cayendo.


Malena

lunes, 10 de noviembre de 2008

Los niños de Huang Shi


Este fin de semana he visto la película basada en hechos reales: "Los niños de Huang shi" y este es mi pequeño y humilde homenaje a aquellos niños y a los adultos que hicieron posible su salvación.

Una historia entre muchas más que hablan de los horrores de la humanidad, y como de entre ellas, surge el milagro de una pizca de belleza. Minúscula, pero belleza, y esperanza, en que vendrán tiempos mejores, en los que el hombre no sea el peor enemigo para el hombre ¿Utopia? Ojalá, no.
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Suena un violín... En medio de la miseria, la injusticia, y la crueldad, como un canto de esperanza... como recordando a los hombres, que una flor puede crecer en un erial, y que la belleza puede renacer, en cualquier momento... esperando la llamada, para resurgir de entre las cenizas.

Ojos de niño, que no comprenden lo que sucede... que no han conocido más que el horror, la tristeza y el odio, pero son capaces de amar a la tierra, de aferrarse a un hilo, que aunque tenso, es lo más parecido a la vida.

Que saben del sacrificio, y de la fortaleza. Que pueden volver a amar, si se les ofrece cariño.

Suena un violín, mientras una cometa elevándose en el cielo, anuncia que un compañero ha muerto. Mientras el mayor, abraza al pequeño, y mientras yo, me uno a ellos con mi corazón, en la ofrenda del incienso.

Hacia los cuatro puntos cardinales, con humildad, sin molestarles, con mis manos unidas en señal de recogimiento y plegaria.

Vuela la cometa, y a pesar del cansancio y de la nieve, que cae lentamente, vistiéndolos de armiño, a pesar de todo, como un canto de esperanza, suena un violín dulcemente...


Malena

jueves, 6 de noviembre de 2008

Cualquier día en la estación.


El gran reloj de la estación, marca las horas, acompañando las idas y venidas. Impasible, ante la alegría o el dolor, del que allí llega.

Las escaleras mecánicas... llevan maletas que acompañan a sus dueños, y los paneles eléctricos... se iluminan y van cambiando los destinos, mientras la multitud se acerca, para asegurarse de que no se equivocará.

Las librerías ofrecen al viajero revistas y libros, que harán más llevadero el camino de vuelta a casa, o hacia un destino, del que sólo se conoce el nombre.

Cada día es distinto, pero cada día es igual. El decorado no cambia: el reloj, los paneles, la librería, el bar...

La estación...testigo mudo de las emociones del que llega con una maleta llena de ilusiones e incertidumbres.

Y también de aquellas manos, que enlazadas, hasta hacerse daño, no se quieren separar.

Los ojos en los ojos... el latido dolorido de dos corazones al unísono, y miradas al reloj, deseando que las manecillas no avancen.

Ante ellos,la estación se borra... las voces se oyen lejanas, y el mundo deja de existir. Se beben el uno al otro, intentando dejar impregnadas las retinas con la figura amada ...

El tren emite un silbido, avisando que va a partir...las manos se van separando hasta rozarse solamente la yema de los dedos... mientras quedamente... intentando aparentar firmeza sin conseguirlo... se oye una voz que en un susurro dice ... Te amo...Te amo...


Malena

domingo, 2 de noviembre de 2008

Reflexión: Olvidar...


Olvidar...no es fácil, porque para olvidar, primero tienes que darte cuenta de que es lo que ha pasado, y tu mente se niega a aceptarlo.

Vives en una especie de limbo, en donde el pasado sigue reinando, sometiendo a un presente que quiere emerger, pero no encuentra espacio. Y entre pasado y presente, hay océanos de lágrimas.

Quieres odiarlo y no puedes. ¿Cómo odiarlo si le entregaste tu vida y tus ilusiones? Quieres justificarlo pero sabes que no existe la justificación.

Y te empequeñeces, y abres el armario para vestirte y cualquier ropa te da igual y acabas poniéndote lo que jamás te hubieras puesto en otra ocasión.

Y sales a la calle, y ya no miras tu imagen en los escaparates. Lo único que quieres es que pase el tiempo. Que se borre todo de tu memoria. Que te puedas echar a dormir y su imagen no aparezca.

Pero llega un día, en el que empiezas a reaccionar, y eres capaz de coger un libro y de salir a pasear con alguna amiga, de escuchar música sin ponerte a llorar, y cada vez menos, aparece su imagen, y cuando te das cuenta de ese hecho, comienzas a sonreir.

Y tu vida se va normalizando poco a poco, y te atreves cada vez, con más actividades, hasta que llega el día en que abres el armario y no coges lo primero que ves, sino que te vas probando una y otra cosa para ver con cual estás más atractiva, y cuando te miras en el espejo, sonríes porque te das cuenta de que ha vuelto a nacer la Mujer.

No aquella a la que hicieron sufrir, sino la nueva Mujer, que volverá a pisar fuerte.


Malena