lunes, 7 de julio de 2008

Paréntesis


Mis queridos amigos y amigas: El Tintero de China abre un paréntesis de ausencia necesaria.Mi Tintero se ha

declarado en huelga y reclama las vacaciones que le debo. Cómo nunca me ha fallado, creo que su petición es

lógica y justa, por lo tanto, ha preparado sus maletas y no sé a dónde irá.

Espero que descanse y se llene de inspiración. Esa es la única condición que le he puesto.

Os deseo que paseis un feliz verano y un buen invierno depende del hemisferio en el que os encontreis.

Pensad un poquito en mí de la misma forma en que yo pensaré en vosotros.

Os dejo un poema que descubrí hace tiempo y que siempre que lo leo me llena de calma y tranquilidad.

Cuidaos.

Miles de besos.


Malena

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Poema sobre el Monte Wu I


Rápido corre el torrente, teñido de verde

Por las hierbas fragantes.


Los viejos pinos toman el matiz

Azulado de las montañas lejanas.


De pié donde borbota el agua

Levanto mi flauta.


Niños inmortales se juntan en la cueva

Para escuchar su música,

Bajo los precipicios, la niebla se espesa.


¡No viene nadie todavía!


Suavemente descienden nubes blancas,

Oh… suavemente,

Cubriendo con su velo el musgo verdoso

Los pinos han alfombrado la tierra,

Enmudecen ahora los pájaros;

Una brisa ligera abanica mi saco de caminante

Alentando sueños.


Pai Yu Ch' an

(Dinastía Sung)

(960- 1279 CE)

martes, 1 de julio de 2008

Simbolismos


Tierra fértil, preñada, deseosa de dar su fruto. El tiempo se avecina. Comienza a nacer una rosa. Rosa de pétalos rojos. Bella pero con espinas.

No la toquemos, veamos sólo su hermosura. Rodeada de papeles, de sonrisas espectantes. Media noche...Al menos hay una pequeña rosa.

Amanece el día y los recuerdos del día anterior se hacen presentes. Allí está la rosa. Pensamientos nebulosos que buscan la claridad que se les niega.

Horas que pasan y llega el momento. Palabras vacías, decoradas en blanco y negro. Miro la rosa. Sus pétalos han perdido la fragancia. Los toco y mi tacto percibe la textura de una burda tela.

Vacío, oscuridad. Horas anodinas en la habitación de un hotel. Ya no hay rosa. Ni siquiera su color. Ni siquiera su forma que engañe a los sentidos.

Tierra árida de Meseta castellana que también sueña con vergeles. Sueños, esperanzas, vidrios rotos que hieren mis pies, vacio...la nada...

Mientras, desde el tren en el que me voy alejando, veo el aire que en forma de remolino, juega con los pétalos de algo, que alguna vez fue una rosa...