domingo, 18 de enero de 2009

Intervalo



Mis queridos amigos: Me tomo un descanso.

Hasta la vuelta.Cuidaos.

Mil besos.

Malena

martes, 13 de enero de 2009

Caminando a solas


Voy caminando lentamente, pisando las hojas que la lluvia ha tirado de los árboles... Rojos, marrones y amarillos se confunden con la tierra mojada.

No es una lluvia fuerte... lo suficiente para no coger el paraguas y la necesaria para que se mezclen con mis lágrimas...



No quisiera pensar, pero los pensamientos se desbordan en mi mente haciéndome daño. Hay cosas que mi corto entender no comprende...

¿Cómo se puede pasar del calor al frío de repente?... ¿Cómo la abundancia se convierte en escasez?... ¿Cómo la luz del sol se va apagando quedando sólo el reflejo de la luna?... ¿Así?... ¿Sin más?... Tiene que haber una razón pero que se escapa a este pobre corazón confundido.

Sin explicaciones... Sin palabras... Así pasé del día a la noche. Del verano al invierno. De la ilusión al desencanto...

Meto mi mano en el bolsillo e intento buscar un pañuelo. Lo encuentro pero no lo saco. Lo aprieto entre mis dedos con desesperanza, con desilusión.

La soledad me abraza haciéndome daño y aquel camino que un día estuvo lleno de rosas de Siria, hoy lo han tapizado las hojas amarillas que cayeron.

Acaricio uno de los pequeños troncos y me digo en voz muy baja: ¡ Dios mío, cuanto puede pesar el alma! ...


Malena

(Publicado en noviembre del 2007)

jueves, 8 de enero de 2009

Reflexión: Dos más dos no son cuatro


Indudablemente, cada uno de nosotros tenemos nuestra batalla particular. En un pps que me enviaron hace tiempo sobre el valor de una sonrisa, decía que debíamos sonreir generosamente, puesto que cada persona con la que interactuamos tiene su batalla propia y yo, para no ser menos, tengo la mía o las mías porque se pueden tener abiertos varios frentes.

Creo que a mí nadie me enseñó el funcionamiento o las reglas de los blogs y por eso funciono como una autodidacta.

Se supone que este mundo de bloggers tiene unas normas. Tú publicas, yo te leo y te dejo un comentario, pero como siempre o casi siempre me he regido por mis impulsos, pues dos y dos para mí, no son cuatro.

Para mí, cada escrito de un compañero merece todo el respeto del mundo y por eso lo leo y lo releo el tiempo que haga falta, hasta llegar a comprender que quiere transmitirme, y entonces, es cuando dejo mi comentario.

Puedo percibir alegría, preocupación o tristeza y en ese momento, se ponen en marcha mis mecanismos y voy a intentar estar a su lado, de la misma manera que me gustaría que hicieran conmigo en el caso contrario, pero por lo visto no es así y dos y dos deben de ser cuatro, sin decimales, ni nada. Un número exacto.

Sé que hay compañeros que piensan igual que yo y eso me hace feliz al comprobar que no soy una "rara avis" pero también soy consciente de que a lo mejor este mundo de bloggers es mucho más profesional y todo se debe de limitar a la fórmula: Entrada + Lectura = Comentario.

De todas formas, aunque haga algo para "reformarme" y ser una buena profesional, soy Tauro y creo que costará un poco llevarme al buen camino.


Malena

domingo, 4 de enero de 2009

Alejando el horizonte


He sentido la necesidad de mirar hacia el horizonte... Pero no al horizonte imaginario, sino al que marca mi alma, y me he sentido defraudada... porque al día de hoy... ese horizonte está muy cerca...

Tanto, que me impide mirar un poco más allá, en donde en primavera, florecen los cerezos, haciéndome soñar...

Y en esa corta distancia, se ha elevado una muralla que me impide avanzar y me deja quieta,inerme, mirando una pared pintada de blanco...

Y no entiendo el por qué estoy tan aferrada a la tierra hoy, intentando inutilmente, cerrar los ojos y volar...

Los cierro, pero en vez de dejar que mi alma sueñe, aparecen cuestiones prosaicas que nada tienen que ver con la belleza.

Y sé que mis alas están ahí, aunque no las vea, y sé que en mis vuelos cruzaré las montañas, y sé que oiré hablar a los árboles y mantendré conversaciones con las plantas que acaricio suavemente...

Lo sé... pero también sé que hoy no es posible.

Me tendré que acostumbrar a esa distancia corta, y mientras hago la cama y estiro las sábanas, las convertiré en olas de un mar embravecido, y mientras paso el aspirador, creeré que aspiro estrellas que luego lanzaré al cielo, cuando caiga la noche...

Y así, poco a poco, sin darme cuenta, iré alejando el horizonte.

No quiero dejar de soñar... No en esta noche... en la que esa niña que permanece con los ojos abiertos dentro de mi alma, mira al cielo... buscando la Estrella de Oriente.


Malena