jueves, 26 de febrero de 2009

En chino y a lo loco




Cuando mis amistades y conocidos se enteraron de que estaba estudiando chino, sus caras lo decían todo y el consabido: ¿podrás con el chino? me lo dejaban como a Fernando VII para contestar:”si es bajito y se deja…”

Pero Hu an no es bajito. Para llevar la contraria a todo el mundo, mide 1’90 y una guasa que parece andaluz. No hay otro como él para decir:”Los tebeles de la plóxima semana son… “

Y hace poco entre los “Ni men hao; xièxie y Tamen shenti hao ma”, salió el tema de la música china y yo solté que me encantaba y ojalá pudiera aprender pronto a cantar las canciones y a saber lo que dicen.

Allí empezó todo y en aquel momento supe que hay veces que es mejor callarse, pues mis compañeros empezaron con la guasita de pedirle a Hu an que me enseñase canciones, y yo, para seguir en el mismo tono dije que las aprendería antes de que se diesen cuenta.

Aquello fue un reto, y de allí salió la apuesta de que tendría que invitarlos a un restaurante a comer pato laqueado al estilo Pekín, si no ganaba.

Así quedó y pensé que se olvidaría el tema pero antes de ayer recibí por e-mail una canción para cantar en karaoke y un plazo de una semana para aprenderla y cantarla .

Como cada vez que se envía un e-mail es para toda la clase, empecé a recibir correos de mis compañeros dándome ánimos, pero al mismo tiempo recordándome en que restaurantes se come el mejor pato laqueado.

Como comprenderéis he empezado ya a estudiar porque no es cuestión de que se salgan con la suya. Os mantendré al corriente.

Zàijiàn


Malena

sábado, 21 de febrero de 2009

Reflejos de luna


Me quedo mirando suavemente esa nieve que se ha depositado en tu pelo. Nieve que trajeron los años y las preocupaciones. Esos años y preocupaciones que juntos compartimos, y sé en estos momentos, que lo único que deseo es cerrar los ojos y empezar a soñar.

No necesito nada más que sentir el contacto de tu mano oprimiendo la mía y oir tu suave respiración que me envuelve como la más bella melodía.

MALENA



Tú duermes y yo velo, te velo, velo tu sueño. Tus párpados cerrados, los míos abiertos. En la memoria de mis pupilas lo vivido a tu lado, en su imaginación lo que nos queda por vivir. Entre los pliegues de mi sonrisa mientras te miro, la tuya, y sobre la plata de tus cabellos y los míos, la del rayo de luna que entra por la ventana. A ese rayo se encaraman mis ensueños y en él se elevan por encima del cansancio y la enfermedad de la tierra, hasta depositarnos a ti y a mí allí donde los desiertos mudan la arena en agua y hierba fresca, donde un mar de amor disolverá todas tus preocupaciones, allí donde acariciaré sin tiempo, sin prisas, todos y cada uno de tus sentimientos, acunados por el tarareo de los latidos de mi corazón. En los páramos de la Esperanza.

CALLE QUIMERA


He aprendido a saber tus silencios, a leer lo que callas,
a callar cuando buscas lejanías.
Sé de las distancias, de los sueños enredados, cabalgados
en las ramas de la vida.
Y sé de las hojas que volaron y escribieron cada otoño
preámbulo del invierno que ahora
nos susurra.
Conozco los regresos ahítos de esperanza, de besos atesorados,
de tactos que palpitan en la piel
caducando las heridas.
Me serena mirarte,
desandar las arrugas y teñir tu cabello
con las horas vividas.
No imagino el verano sin el sol de tu risa,
ni el invierno que nombro, que aguarda en esa esquina, sin tu mano
en mi mano
resistiendo las lluvias.

EL VIENTO EN LA ISLA

sábado, 14 de febrero de 2009

Volver


Debía de volver aunque solo fuera para agradeceros uno por uno vuestras palabras de cariño y de preocupación.

Tuve que retirarme porque me encontraba cansada, muy cansada, y tenía la necesidad de reencontrarme con la Malena que empezó hace dos años con una carga enorme de ilusiones.

Con aquella que cuando veía un nuevo post colgado, se emocionaba diciendo:¡Es mío! y que cuando recibió el primer comentario, llamó a toda la familia, ilusionada para que lo leyeran.

Aparte, llevaba algo entre manos que me exigía total dedicación, y con todo no podía.

Quisiera abrazaros uno por uno para transmitiros mi agradecimiento y mi cariño. Ese cariño y respeto que siempre encontrareis en el Tintero de China.

Mil besos y mil abrazos,


Malena