La noche se extiende, se expande y hay algo en el ambiente, especial. Algo que presagia momentos íntimos y el duende encargado del bosque, baja la intensidad del volumen de los ruidos de la noche.
Mira a las estrellas y sabe que el momento está próximo a llegar. Se acerca al viejo árbol. Al árbol sabio que guarda los secretos del bosque.
Aquellos que hablan de historias de hadas y de gnomos. De ninfas y duendes. De ríos que se convierten en reflejos de plata. De tesoros guardados en las colinas que lo rodean. De seres que bailan bajo la luz de la luna con flores en sus cabellos.
¡Ay si hablara el viejo árbol!
El duende lo sabe y se acerca . Su pantalón verde y su chaquetilla, resaltan sobre el fuerte color marrón del tronco y pone sus manos sobre él.
Es un saludo ancestral. Es una muestra de respeto hacia la sabiduría que ha guardado en sus largos años de existencia. Es un ritual. El árbol dobla su tronco para verlo mejor y le sonríe. Con una sonrisa llena de bondad hacia el amigo que lo acompaña cada noche, sentándose en sus raíces, donde duerme hasta que amanece el día.
Momento en que marcha para cumplir con sus otras obligaciones como guardián del bosque.
Mientras tanto, la luna observa desde el cielo. La ligera brisa pinta pinceladas de nubes que al pasar por delante de ella, ocultan sus pícaras nariz y boca convirtiéndola en una bella luna mora.
El árbol extiende sus ramas como en una muda pregunta mirando a la luna, y ella le guiña un ojo. Sabe que el momento se acerca.
De pronto, el cielo se ilumina. De los cuatro puntos cardinales van apareciendo ellas. Moviendo pausadamente sus alas que la luna se encarga de platear e irisar.
Es como un baile hermoso en el que se cruzan y descruzan mezclando sus diferentes sedas de colores.
Rozan sus alas saludándose con cariño, contentas de reencontrarse y después de algo parecido a un espacio de tiempo, se acercan al viejo árbol y lo besan.
A continuación, posan sus pies en la tierra y toman sus posiciones: Empieza la reunión de las hadas.
Malena
Mira a las estrellas y sabe que el momento está próximo a llegar. Se acerca al viejo árbol. Al árbol sabio que guarda los secretos del bosque.
Aquellos que hablan de historias de hadas y de gnomos. De ninfas y duendes. De ríos que se convierten en reflejos de plata. De tesoros guardados en las colinas que lo rodean. De seres que bailan bajo la luz de la luna con flores en sus cabellos.
¡Ay si hablara el viejo árbol!
El duende lo sabe y se acerca . Su pantalón verde y su chaquetilla, resaltan sobre el fuerte color marrón del tronco y pone sus manos sobre él.
Es un saludo ancestral. Es una muestra de respeto hacia la sabiduría que ha guardado en sus largos años de existencia. Es un ritual. El árbol dobla su tronco para verlo mejor y le sonríe. Con una sonrisa llena de bondad hacia el amigo que lo acompaña cada noche, sentándose en sus raíces, donde duerme hasta que amanece el día.
Momento en que marcha para cumplir con sus otras obligaciones como guardián del bosque.
Mientras tanto, la luna observa desde el cielo. La ligera brisa pinta pinceladas de nubes que al pasar por delante de ella, ocultan sus pícaras nariz y boca convirtiéndola en una bella luna mora.
El árbol extiende sus ramas como en una muda pregunta mirando a la luna, y ella le guiña un ojo. Sabe que el momento se acerca.
De pronto, el cielo se ilumina. De los cuatro puntos cardinales van apareciendo ellas. Moviendo pausadamente sus alas que la luna se encarga de platear e irisar.
Es como un baile hermoso en el que se cruzan y descruzan mezclando sus diferentes sedas de colores.
Rozan sus alas saludándose con cariño, contentas de reencontrarse y después de algo parecido a un espacio de tiempo, se acercan al viejo árbol y lo besan.
A continuación, posan sus pies en la tierra y toman sus posiciones: Empieza la reunión de las hadas.
Malena
43 comentarios:
Que empiece esa reunión... y que decidan cómo va a ser la primavera, que nos susurren al oído canciones de amor y que impulsen nuestros pies en danzas únicas.
El viejo árbol (en mi imaginación, un roble) dejará que crezca el muérdago sobre él, para que se cumplan los deseos de aquellos que saben ver los bosques.
Ya me paro :)
Conseguiste llevarme hasta ese lugar mágico, Malena.
Gracias.
Un beso muy grande.
En días como el de hoy, entrar en tu blog y leerte, es como llegar a ese bosque, tomar aliento y un sorbito de vida y descansar bajo la música de las ramas de ese árbol...
Me habré convertido en hada? Qué más quisiera...
Besos muchos y más.
http://poemasdeshanna.blogia.com
¿sabes?
mientras te leía he imaginado toda la escena en otro lugar, real muy real.
Verás, mis padres tienen una finca llena de chopos, viñas y árboles frutales. La finca está presidida por una enorme, mágica y vieja noguera.
No es la primera vez que tu viejo roble me recuerda a mi noguera, pero sí me he visto vestida de nogmo y hasta me han crecido las orejas. Y he sentido una noche estrellada llena de hadas...
a mi sobrinooo Txomin -3 años- le encantaría escucharte contando un cuento.
un beso enorme.
Moony, todo puede pasar cuando es la noche de reunión de las hadas. Me alegro de que hayas encontrado el camino hacia el bosque, no todo el mundo sabe llegar.
Gracias por tu ilusión.
Miles de besos.
Trini, no te habrás convertido en hada. Ya lo eres. Lo único que has hecho es venir para asistir a la reunión.Cuéntanos luego lo que se pueda contar. :)
Miles de besos.
María, me alegro de que tengas también un "viejo roble" .Así cuando vayas a la finca te acordarás de mí.
Cuéntale este cuento a Txomín y dile que tú también vives en ese bosque. Y además es verdad. Algún día sabrás el por qué te lo digo. :)
Besos, mi princesa.
Las hadas, la magia, la noche las llamas...
bello poste mi querida besos
Ay, estos post tuyos me trasladan al bosque de "El sueño de una noche de verano", con el duendecillo Puck haciendo de las suyas...
Esas hadas son para mí el azar que rige en algún momento nuestras vidas. No podemos verlo, ni demostrar que exista realmente, pero hay casualidades, encuentros y circunstancias vitales que nos hacen creer en la magia, en los sueños. Hay una frontera entre fantasía y realidad donde todo es posible...como en los blogs.
Un besazo, Malena, seguiremos soñando.
Antes de nada felíz año cargado de salud.
Al árbol sabio, duro y resistente, la mayor parte del mundo se arrima, no tenían que ser menos las hadas, por cierto en medicina representa al ser humano, en colunma.
Besos.
Gracias Mucha por tus palabras y por el juego de las adivinanzas. creo que lo he acertado. Mi solución la dejé en casa del Poeta.
Al menos creo que contigo acerté. Eres inconfundible.
Montones de besos y te deseo todo lo mejor para este 2008.
P.D/ El viaje fue insuperable. Me divertí muchísimo.
Esa frontera existe y se puede derribar facilmente, Etdn. Basta con que la queramos derribar.
Bienvenida a ese bosque que es de todos los que creen en él.
Un beso muy grande.
Ignacio, Feliz Año también para tí y gracias por tu visita. Sabes que me hace ilusión verte por aquí.
Mil besos.
¿Ves? no me equivoqué ¿quien puede conocer a ese duende y saber el lugar exacto donde se celebra esa reunión de hadas? Está claro un hada que lo ha contado en este blog porque es el suyo ;)
Besotes, querida hada Malena.
Alguna noche, furtivamente, observaré todo lo que cuentas; por ahora sólo lo imagino. Y es que sé que es verdad, y sé que todo lo has visto.
Un besote,Male, el primero de este año.
Siempre me ha asustado la posibilidad de perderme en el bosque. Y por la noche...ni te cuento. Pero en éste que describes y por donde mi imaginación vuela, perderme sería un placer.
Un besazo.
Mi querida Durrell: ¡Ojalá fuera de verdad un hada! Así podría concederte todas las cosas que deseas.
Siempre queda invitarte a ese bosque para que puedas soñar al igual que sueño yo cuando lo imagino.
Montones de besos gorileros.(De todas formas sigo prefiriendo tus abrazos gorileros)
Allan, cuando te decidas a ir, me encantaría hacerte de guía. Así podré presentarte a todos los habitantes y podrás hablar con ellos.Ya quedaremos.
Un beso muy grande.
Mi querida Viento: Yo también soy muy miedosa. No te puedes imaginar cuanto. Pero cuando entro allí se respira una paz increible. Estás invitada cuando quieras. Es tuyo.:)
Mil besos.
¡quien pudiera estar ahi, presente, oyente o participe!
Un mundo de sueños o no tanto, pero que hemos ido perdiendo poco a poco, la vida es dura y la gente, nuestra gente, abandono la naturaleza para pelear con y contra de ella.
Que pena no poder volver...
Un abrazo.
Cierra los ojos y entra, Prometeo. Es tu bosque y puedes estar allí cuanto quieras.
Un beso muy grande.
siempre digo lo mismo, pero esta paz, Male... qué paz en tus letras, en tu techito que hacés tan nuestro...
un abrazo fuerte para vos, por todo, vos sabés...
gracias miles.brnoi
Me gustaría encontrar el camino hasta ese viejo roble e incorporarme a la reunión. Igual un hada buena me concedía un pequeño deseo.
Un abrazo, malena.
Pierina, corazón mío, me alegro de darte a través de mis escritos esa paz.
Entra en ese bosque todas las veces que quieras y sueña allí.
Miles de besos.
P.D/ He recibido tu mail, hoy mismo te contesto.
Rafa, déjate llevar y encontrarás el camino. No es difícil.Te iré dejando señales como hacía Pulgarcito y al final, estoy segura de que tus deseos se te concederán.
Te invito a soñar.
Un beso muy grande.
No es preciso haber leído las dos anteriores partes, para disfrutar de la lectura, por el mero hecho de ir construyendo las imágenes de la escena, tan sólo a base de dejarse conducir por tus palabras. Es lo que yo he hecho, Malena. Y, ya te digo, me ha gustado mucho.
Un beso, estupenda.
Me imaginé a 4 blogeras acercándose al viejo roble.... venían volando.... te imaginarás quienes son?
Bello cuento, mágico y sutil.
Un Beso querida Malena.
Dédalus, gracias por dejarte llevar. Esa era mi intención:hacer que entrarais dentro y ser espectadores de ese bosque que tiene vida propia.
Un beso.
Gerald, corazón, me lo pones difícil porque en este mundo de bloggers conozco a muchas hadas.Cada una con una misión.Y todas encantadoras.:)
Gracias por entrar en ese bosque en el que cuando se entra no resulta fácil querer salir. Al menos eso me pasa a mí.
Un montón de besos.
Nos has dejado un regalo de comienzo de año, que ilumina el camino. Abrazos.
Fernando, es un intento de regalo para el día de los Reyes Magos. Si he conseguido nacer al menos una ilusión, me doy por satisfecha.
Muchos besos.
Ofresco todo por un boleto en primera fila para ver y escuchar... kiero ir allá.... ahh pero 4 porq Campos y los pollitos irian conmigo...
Un beso MAle... hablale a Job...se me ha extraviado... y no logro encontrarle espero q esté bien...
gracias
Mi querida Cata:Tienes 4 boletos de regalo para entrar en el bosque y hablar con el viejo roble. Tus pollitos disfrutarán y soñarán. :)
Job está bien, le daré tu recado.
Un beso muy grande para tí y los pollitos.
... Jo, esa reunión. Todas las sugerencias que dejas.
¿Sabes cómo hacen el amor las hadas? ... es muy hermoso.
Malena, ya veo que tu año ha comenzado mágico y es una maravilla dejarse llevar por estos velos encantados... Gracias :)
Miles de besos.
De nuevo ese viejo roble reuniendo al mundo mágico a su alrededor. Yo también creo en las hadas!
Besos, Malena, espero que el año haya empezado con fuerza y alegría
¿es un recuerdo? A mi me has llevado a ver la corteza guresa de la piel de mi abuelo, a mi padre vestido de verde, y a mis primos y yo revoloteando alrededor de la mesa.
Gracias. Un beso.
Malena, que lindo relato, lleno de fantasías y deseos, de magia y sueños, y también de realidades...sos muy especial...Nunca cambies!!!
Te dejo mi abrazo!
Saludos, Malena. Ya regresé. Me gusta tu historia.
Miguel, que tu año sea también mágico. Te lo deseo de corazón.
Un beso muy grande.
Dashina, me alegro de que ya estés recuperada del todo.
Espero que para tí también el año haya empezado con fuerza. Te deseo como a Miguel un año mágico.
Miles de besos.
Antifaz, entro dentro de tus recuerdos y me imagino que ha sido algo precioso.Me alegro de haberte proporcionado unos momentos felices.
Un beso muy grande.
Claudia Isabel, gracias por tu abrazo y por esas palabras tan lindas que nos dedicas al cuento y a mí.
Un beso enorme.
Paco, me alegra saber que te ha gustado este texto.Tengo siempre muy en cuenta tus opiniones.
Un beso muy grande.
Si el viejo árbol pudiera hablar eso sería magia. Y estoy segura de que contaría exactamente las cosas como tú las has contado. Magia..
¿Para cuándo lo que ocurrió en la reunión de las hadas?
Un besote agradecido por estos minutos de paz que nos has proporcionado, por dejar correr tu imaginación y la nuestra de tu mano.
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