viernes, 26 de octubre de 2007

Aquel viejo tren.


He decidido viajar y tras largo tiempo de no hacerlo, mis pasos me han llevado a una vieja estación de ferrocarril.

Es algo curioso, pero siempre que entro allí, siento el olor de tiempos pasados. Sí, porque los tiempos pasados, tienen un olor característico que invariablemente trae evocaciones de viajes hechos en el pasado.

O bien en tu infancia, o cuando ya joven, te atreviste a coger aquella maleta de cartón, sujetada por correas y te embarcaste en aquella aventura de la que solo conocías el final: una llegada a otra estación donde al bajar te recibirían unos brazos de los que no querrías desprenderte nunca.

Pero antes de llegar a este punto, vas pasando por una serie de sensaciones que te arrullan,que te resultan familiares sin serlo, aquel " dejà vu" que te hace sentir protegida.

Te "arrebujas" en tu sillón, intentandolo hacer más cómodo y miras el reloj de pulsera, pensando en cuantos minutos faltan para salir. Coges el libro que trajiste preparado para hacer más cortas las horas. Lo pones encima de tu regazo y miras hacia afuera.

Enfrente tienes el gran reloj de la estación y gente, mucha gente que parece no saber hacia donde va. Salen del bar de la estación con bocadillos envueltos en papel y la mirada fija en el tren, como si tuvieran miedo a que se les escapase.


Entonces con una enérgica voz, oyes la orden que dará lugar al comienzo de tu aventura: ¡ Pasajeros al tren! y en ese momento oyes ese ruido metálico de las ruedas en movimiento que te acompañará como fiel amigo durante todo el viaje.

Miras disimuladamente a tus compañeros y después de esbozar una tímida sonrisa a la persona con la que has cruzado la mirada, coges en tus manos, con una afición ficticia, el libro que con tanto interés buscaste en tu mesilla de noche, para hacerlo compañero de esas horas, que a veces se hacen interminables.

Miras a través de la ventanilla y ves como se van alejando, primero lentamente y luego acelerando el ritmo, las últimas casas de la ciudad, mientras el silbato del tren parece despedirse de ellas.

Ves pasar paisajes que te van haciendo adormecer. Intentas no cerrar los ojos, pero ese traqueteo del tren, va en contra de tu decisión y el libro que con tanto afan mirabas, va resbalando de tus manos hasta aposentarse en tu falda.

Oyes el ruido de las máquinas y el silbato del tren cada vez más lejano, como algo ajeno a tí.

Tus ojos, al final, cansados de esa batalla perdida de antemano, se cierran y como flotando en un espacio distante, empiezan a surgir de una forma lenta y suave, las imágenes agradables que van saliendo de tu susconsciente haciéndote, dentro de tu ensueño, sonreir.

¿ Piensas en esa llegada? ¿En esa distancia que se va acortando? sonries sin querer y vuelves a escuchar aquella voz que llega a tí con sordina y que te hace abrir por un instante tus ojos :¡ Estación de Bobadilla! ¡Diez minutos!. Miras sin mirar y te "arrebujas" una vez más en tu asiento.

¡Ya estoy más cerca! ¡Espérame! ¡Ya falta menos!


Malena


(Del antiguo blog)

31 comentarios:

Elsa dijo...

Hola, Malenita..Ya estoy aquí.. Ya vuelan mis besos por encima del océano...
A mí las estaciones de tren siempre me han producido una cierta melancolía.... No sé por qué.. Porque en lugar de imaginar una despedida podía haber imaginado un encuentro.."A diez minutos.."... como el que acabas de soñar. Me has hecho viajar en el medio de locomoción que más me gusta con un libro y admirando el paisaje. Soy mala compañera de viaje y copiloto..Me abstraigo totalmente..Y me encanta hacerlo.

Un besazo. Ahhh y hoy llego la primeraaaa....

fgiucich dijo...

Mi primer viaje en tren lo hice a los siete años, con mi abuela, para visitar a unos tìos que vivìan en medio del campo. Viajamos casi 1400 kms en aquellos viejos vagones con camarote y coche comedor. Nunca voy a olvidar esa experiencia de ida y vuelta. Hoy, todavìa, cuando intento escribir, me aparecen los espectros de los viejos andenes. Abrazos.

ETDN dijo...

Los viajes en tren tienen un cierto sabor antiguo (aunque uno viaje en el AVE); invitan a la meditación: uno puede dejarse llevar, atrapar por los sueños, o por las palabras de un libro.
A mi en particular me inspiran: siempre llevo una libreta y es rara la vez que no sale un poema, una idea, una reflexión, a veces incluso hasta un cuento.

Tu descripción me ha transportado.

Un beso

ETDN

pd.- hay algo para ti (y alguien más) en mi blog.

Malena dijo...

Hola Viento, cariño. Hoy me he estado acordando de tí y en lo mal que lo estarías pasando diciendo adiós a tu niño que se iba para las Américas. Pero... ¿tú sabes lo feliz que va a ser? ¡Venga! vamos a darnos una vueltecita en el tren y mientras miramos el paisaje nos vamos contando nuestras cosas.

Un besazo, mi niña.

Malena dijo...

Fernando, me imagino ese viaje cuando eras pequeño con tu abuela. Lo que llegarías a disfrutar. No sé que tienen los viajes en tren que nos hacen tomar tantas vivencias.

Un abrazo muy fuerte.

Malena dijo...

Etdn. Gracias de todo corazón. He preferido contestarte en tu blog.

Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

¡Que recuerdos me traes!. Una epoca en mi vida fue el tren, ida y vuelta a mi casa, mi hogar. Y lo mismo de regreso al estudio. Era lo mas comodo y mas barato pero, que bien se pasaba. A veces una guitarra y unas canciones, otras, gente nueva con la que charlar todo el camino, algunas solo dormir en los duros asientos de segunda...
Y la mejor noche de mi vida estuvo en un tren.....y el mayor peligro que tuve en mi vida, para mi cordura, estuvo en un viaje en tren...¡Que recuerdos!
Precioso Malena, una maravilla.
Un fuerte abrazo.

Consuelo Labrado dijo...

Hola Malena: he leído lo de tu hijo en el blog de Durrell, lo siento, espero que se recupere pronto y si encima aprende a manejar la derecha, luego será un artista en el manejo de ambas manos, hay que buscar siempre un lado positivo ¿no?. Un beso

Calle Quimera dijo...

Con tu tren has traído a mi mente recuerdos de viajes juveniles .El tren tiene algo mágico y si en su camino acaricias el mar con tu vista te transportará a esos mundos que llevamos acurrucados en el corazón. Salud¡¡¡

@Igna-Nachodenoche dijo...

Esas sensaciones Malena no se pierden nunca, asoma el subconciente de la memoria, y lo describes tal cual es, lo único que cambia en nosotros es el destino.

A unos les esperan, hay quien nada espera lo hace por el placer del viaje, y a otros les esperan malas noticias.
Esa es la vida de los viajes en trenes.
Muy bien abordado, casi me he sentido el pasajero de tu lado derecho.
Besazos.

Malena dijo...

Prometeo, primero antes de nada preguntarte como estás. Espero que hayas expulsado ya las piedras porque eso es horroroso.

Referente al tren, me alegro de que te haya traido buenos recuerdos. Creo que ahora que se habla tanto de la memoria histórica, todos tenemos en nuestra mente esa memoria de los viajes en tren.

Yo recuerdo que cuando de pequeña íbamos a Pamplona a casa de mis abuelos paternos, mis tios me sacaban en la estación por la ventanilla del tren.

No sé, me gustaría leer alguna novela que tenga como escenario un tren en la España de los 60.

Un beso muy grande y muchos mimitos.

Malena dijo...

Consuelo, gracias por tu detalle de preguntar por mi hijo. Resulta que haciendo ejercicio, se cayó y tiene una fuerte luxación en el hombro izquierdo y tiene que tenerlo inmobilizado durante 15 días y con anti inflamatorios. El del golppe ha sido el pequeño (25 años) Sergio. Lo lleva mal porque es muy inquieto y le han dicho que lo máximo que puede hacer es jugar al dominó.

Gracias Consuelo. Un beso muy grande.

Malena dijo...

Etinarcadia, me alegro de que te haya hecho recordar tus viajes en tren. La verdad es que es una gozada ir viendo los paisajes tan diversos que tenemos en España y sobre todo cuando tienes que recorrerla de punta a punta.

Salud y besos, mi caballero Quimera.

Malena dijo...

Ignacio, no te puedes imaginar lo que disfruté escribiendo este texto porque a medida que lo escribía iba recordando y viviendo aquellas sensaciones.

Me ha encantado llevarte como compañero de viaje.Cuando quieras repetimos.

Un beso.

Calle Quimera dijo...

Las viejas estaciones tienen algo especial, qué duda cabe. Creo que casi todos los sentimientos del mundo se quedan ahí, impregnando el ambiente, formando parte del aire que se respira en las estaciones... la nostalgia, la melancolía, la tristeza, la alegría, el dolor, el amor, la amistad... Todo lo que los pasajeros y quienes los despiden respiran ante el vagón.

Ni te imaginas lo que he disfrutado tu narración... Era tan evocadora que por unos minutos me he sentido mecida por el traqueteo de ese tren, y...casi se me cae el libro a mí también.. :-)

besotes, guapa.

Malena dijo...

Yo creo, gemelita, que las viejas estaciones son como una esponja que absorve todos los sentimientos y sensaciones.

Si pudieran hablar, serían un pozo inagotable de historias.Unas alegres y otras no tanto.

No sé, pienso que os voy a cobrar por el viajecito al pasado que os he dado. :)

Besos, mi Dama Quimera.

Anónimo dijo...

Buena crónica de viaje, Malena.

SiervaDelMesías. dijo...

Cada tren, cada viaje, cada viajera como Malena una gran historia. Como si la hubiera estado esperando toda la vida amiga. Abrazos y Bendiciones.

PP.DD
Estoy en clases y por la tardanza me pierdo muchas cosas interezantes dejadas en tu casa. Amiga aqui estoy poniendome al dia.

El antifaz dijo...

El tren es el mejor amigo de la melancolía, quizá el equipaje que siempre acompaña en este tipo de viajes a través del recuerdo. Yo también he evocado mis viajes en tren años atrás, solo que me bajaba antes de llegar a Bobadilla, pero el tren era el mismo, puede que también el equipaje.
Besos.

El perro andaluz dijo...

Viajar en tren por la sierra de mi país, debe ser una de las cosas que más gratificantes de hacer. Ir pegado a la ventana que parece una tele inmensa por la que pasan las más bellas imágenes, una tras otra.
Me encantó tu relato y viajar a tu costado.
Un besote.

MentesSueltas dijo...

Hermosa Malena.. eres muy observadora, hace tiempo que estoy esperando la visita 50.000, pensaba que sería a fin de este año, pero llegó mucho antes.
Estoy muy emocionado de ver la cantidad de veces que me visitan. Para mi es algo importante. Gracias por acordarte y estar atenta.
Por supuesto que eres acreedora a un beso y un abrazote... ya veremos como lo entrego.

Mil gracias y te dejo otro beso (el premio es para despues) y un susurro en tus oidos...

MentesSueltas

Thiara dijo...

SIEMPRE HE SOÑADO CON UN LARGO VIAJE EN TREN, TAL VEZ NUNCA SE ME DE... PERO SOÑAR ES GRATIS.... TALVEZ POR ESO LO HAGO CON TANTA FRECUENCIA, KERIDA ME ENCANTA SABER DE VOS... Y YA SABES CAMBIE DE CASA IGUAL Q TODOS LO DE TERRA.


COLOMBIA ES PASION 100%

Patricia Gold dijo...

Hola Malena..
me hiciste viajar...con lo que a mi me gustaa..
Lo renecesito..en este momento..y amaría hacer eso..subirme a un tren, cerrar los ojos..y que mi inconsciente me llene la mente y el corazón con imágenes soñadas..
muy bonito tu post,muy real..no se...me ecantó..
te gusta lo oriental, no es cierto, no solo por la música y tu escrito..te veo en otros blogs y siempre conocés los nombres de símbolos..qué lindo..
Male,gracias por tus visitas, y por no olvidarme..yo recién HOY pude ponerme a visitarlos..
un beso enorme..y ojalá me suba rápido a ese tren..
que tengas buen viaje..:-)

Malena dijo...

Gracias Paco. Besos.

Malena dijo...

Joselyn, me alegro de que te encuentres bien. Sabes que me tenías preocupada.

Gracias como siempre por tus cariñosas palabras.

Un beso muy grande.

Malena dijo...

Antifaz, no sé si la imagen del tren acompaña siempre a la melancolía. Estaba pensando en otro sentimiento, pero sí, nos hace recordar otros tiempos en los que viajar en un tren era llevar el uniforme de la aventura.

¿Así que te bajabas antes de Bobadilla? Seguramente llevábamos el mismo equipaje. Ya hablaremos de ese tema.

Un beso muy grande, mi señor del Antifaz.

Malena dijo...

Allan, corazón. Me imagino que viajar en tren por tu país tiene que ser una verdadera maravilla.

Conocer Perú es una de mis asignaturas pendientes. Puede que algún día pueda aprobar la asignatura.

Me sentí muy bien con tu compañía en este viaje en tren.

Un beso muy grande.

Malena dijo...

Mentes, enhorabuena por esa cifra pues significa algo importante dentro de la vida de un bloguero.Son 50.000 veces que hemos ido a estar más cerca de tí.

Me apropio del regalo. No desperdicio ni el beso ni el abrazo. Ya quedaremos para que me des ese abrazo en persona :)

Un beso muy grande.

Malena dijo...

Cata, me alegro de verte aparecer por aquí y de que te hayas cambiado de casa. Cambiaré tu enlace y pondré el nuevo.

Un besazo.

Malena dijo...

Patricia, ya me gustaría que te pudieras relajar y hacer un viaje que te haga ilusión. ¿Igual a España? Serías recibida con los brazos abiertos.

Me acercaré a tu blog para que me invites a un té. ¿Cuento con él?

Un beso muy grande.

Patry dijo...

Te esperaré todo lo que haga falta, Malena.
Un besazo.