sábado, 20 de marzo de 2010

Escribiendo con ... Elsa.


Vuela gorrión, vuela...

La tarde va cayendo y estoy sentada sobre la hierba, apoyando mi espalda sobre un viejo árbol. Miro con la vista perdida las ramas de aquel para mí tan familiar en el que te observaba cada día,mientras mis ojos vigilaban tus primeros aleteos y el corazón se me enternecía y llenaba de orgullo cuando entre trinos, observaba tus vacilantes intentos.



Saltos pequeños con esa inseguridad del que no sabe que hay más adelante, pero tu constancia consiguió al fin hacerte volar.Pequeños vuelos para volver al nido familiar donde orgulloso piabas después de haber visto desde el aire ese pequeño mundo.


Miro las ramas y no estás, aunque sé que volverás, a recordar aquellos tiempos en los que el nido era el refugio desde donde soñabas con volar.

Mi corazón es una mezcla de tristeza cuando sus ramas se mueven vacías mecidas por el viento,y ternura, porque cada vez que vuelves a visitarme viniendo de tu nueva y lejana rama, te posas en mi mano y como cuando eras pequeño, te dejas acariciar.

Y yo que creí que te perdería...


Vuela gorrión, vuela...

Malena

(Dedicado a mi hijo Sergio).

..................................

DE TU VUELO ANUNCIADO

Me anuncias que te vas y callo

mientras vuelve a mis ojos el recuerdo

de tus noches insomnes,

de tus furtivos pasos,

de tu cuerpo indefenso buscando

mis manos.

Te veo en el umbral, un libro bajo el brazo,

tu carita blanca, los ojos asustados,

y como gato que huye del agua

de la noche

te escondes en mi lecho,

me miras sonriendo,

no te molesto mami, he traido

mi cuento.

Y yo, que navegaba los mares inventados

y sentía el calor de otros cuerpos escritos,

al sentirte conmigo mi atención se posaba,

te cubría de besos

y del papel saltaba de una luna de versos

a tu cara.

Me dices que te vas y yo sonrío

y, aun deseando y confiando el vuelo,

mi corazón se ha encogido

y he querido dejar un trozo de suspiro

en este verso que, siempre, de esta tarde

en su vientre, concebí escrito.


ELSA

52 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribes con una sensibilidad que me emociona y me y un poco de orgullo de poder leerte.
Siempre vuelven al nido.
Un abrazo

Sherezade dijo...

Malena, no te imaginas como me has emocionado con tu escrito. Por su sensibilidad, su ternura, su amor....
No soy madre pero como no va a volver "tu gorrión" si lo que le esperan son caricias.
Gracias por tocar de lleno mi corazón
Sherezade

Noelplebeyo dijo...

Es lo natural. Un beso

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Tengo la necesidad de que los gorriones vuelen, el sol salga...que me ilumine el alma, que el invierno me la dejo a oscuras...un beso

Annick dijo...

Alguna vez incluso hay que darles un empujoncito para que vuelan .Pero que hermoso cuando vuelven al nido !
Precioso relato y preciosa musica .

Besos desde Málaga.

Anónimo dijo...

tanta ternura es admirable!!

gracias por compartir..


un abrazo y buen domingo

Cora dijo...

hola, me ha encantado tu blog...

un besazo de Cora

Angel Castillo Fernández dijo...

¡Madre!

Veïna dijo...

Que bonito Malena y cuanta ternura... como siempre!
Petonets

francesc dijo...

Tus escritos rezuman una sensibilidad que no es indiferente...tocan allá donde se siente...hay cosas que nunca se olvidan, como el poyuelo a su madre.
Con una madre así, es difícil que no vuelva.
Un beso

TORO SALVAJE dijo...

Que duro es eso.
Y que bien lo describes.

Besos.

Trini Reina dijo...

Siempre cuesta dejarlos volar, pero también volamos nosotros. Que vuelen, siempre que el nido que los espera sea, al menos tan acogedor como el que dejan y, en el que siempre serán bien recibidos.

Hermosa conbinación de versos y prosa. Enhorabuena a dúo.

Besos

MentesSueltas dijo...

Hola Malena, pasaba a saludarte... te leo mas tarde.
Un beso, espero estes bien.

MentesSueltas

azul dijo...

Preciosa dedicatoria....

Un beso

Lola dijo...

Me he sentido identificada, esa emoción la he pasado cuatro veces y es una sensación agridulce. Me ha gustado mucho. Un beso Malena. Lola

Alondra dijo...

Mi querida Malena: una vez más el escrito es bellísimo, pienso que los humanos igual que los pájaros debemos enseñar a volar y no cortar nunca las alas, de esa manera siempre volveran cuando necesiten refugio y amor y será por devoción y no por obligación.
Un abrazo

Pluvisca dijo...

has hecho que me saltaran las lágrimas me emocioné.

gracias por compartir esa hermosura

Un abrazo

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola Malena!
Hijos... Todo por ellos.

Saludos de J.M. Ojeda.
P.D. Me gustaron mucho los escritos.

Wara dijo...

La constancia todo lo puede, hasta hacerte volar.

Abrazos, Malena.

El antifaz dijo...

Es así como funciona. Peor es que no vuelen, y que no aprendan a comer por sí mismos.
Besos... a las dos.

nuria dijo...

Te entiendo y mucho... no quiero pensar cuando vuele mi gorrion... ainssss madresss!!!

miles de besitos niña

(pero ambas sabemos que es ley de vida... verdad)

Abuela Ciber dijo...

Eres sensibilidad a flor de piel!!!!

Y vuelven, y tambien sus pichones!!!!

Cariños con el deseo que en todas las estaciones cultives flores, yo lo hago, siempre se pueden tener flores!!!!

Eritia dijo...

Hola Malena, mi puequeño gorrión empieza a dar sus pequeños vuelos de reconocimiento, y yo sufro por ello de una manera egoista sintiendo que el camino es inexorable. Sabiendo que debe volar y debo ayudarle a ello.
Solo deseo cuando llegue el momento que vuelva a su nido igual que vuelve el tuyo.

Besos. Eritia

Gárgola dijo...

Que vuele el gorrión es buena señal Malena querida, aunque cueste, disfruta orgullosa de este vuelo.
Tu reflexión y el poema de Elsa transmiten esta complementariedad que sólo se encuentra en las verdaderas amistades: precioso.

besos

Alijodos dijo...

Muy tierno y emotivo sin duda querida malena..un abrazo...

Jesús Arroyo dijo...

Ahora... ¿qué digo yo? si ha quedado escrito en el blog de Elsa.
¿Digo que mi silencio acompaña al comentario porque las joyas se guardan en un joyero con tapa de cristal llamado "El tintero de China"? Si los lectores ya lo saben...
Besazos.

La Gata Coqueta dijo...

Los pájaros emigran de la rama del árbol donde siempre han reposado pero siempre regreasn a posarse en ella, porque necesitan de ese aroma que este entorno le facilita y que no encuentra en ninguna otra parte.

Siempre se cree que su marcha es para no volver y es todo lo contrario, es cuando realmente se dan cuenta lo que significa tener un apoyo y ternura tan integra, y según va pasando el tiempo cuando su entorno ya ha crecido es cuando sienten aun más necesidad de acercarse al núcleo familiar anterior para seguir fortaleciéndose interiormente.

Un abrazo

Marí

Catalina Zentner Levin dijo...

Yo he dejado volar a mis gorriones... y el vacío permanece.

Abrazos,

Z-Kno dijo...

Preciosa, delicada y sentida metáfora. Como siempre da gusto leerte y sentir que los poros se abren.
Gacias por describir lo que mi Madre sentirá cuando sus polluelos volvemos a su nido, por que aunque nos creamos autosuficientes...
un abracito de tu mami lo cura todo.

Bsos.

Marinel dijo...

No sé si lo creerás,pero me he emocionado hasta las lágrimas...
Y es que no suelo pensar en ese momento en el que mi hijo (que es más mayor) se me aleje un algo...pero me duele solo de rozarlo con el pensamiento...
Con lo que se ama a los hijos,con esos desvelos que nacen de cualquiera de sus cosas, y tener que verlos alejarse, es natural,como la vida misma,lógico incluso.Pero sin duda, también doloroso.
Entre tú y Elsa,habéis tejido un escrito-poesía enternecedor y sumamente sensible.
Mi enhorabuena de corazón.
Besos y rosas para ambas.

Reflexión Pensativa - Postales Turísticas dijo...

Excelentes letras, gran entrada.

Gracias por tu visita,

Un saludo.

virgi dijo...

¡Qué bonito, Malena! Nada más empezar a leer, ya intuía que el vuelo era algo más que el aleteo de un pajarillo.
La ternura con la que escribes hace que tu nido sea cálido, tierno, acogedor. ¿Cómo no volver?
Besos y cariños a tu sensibilidad

fgiucich dijo...

Para poder disfrutar de estas dos joyas, me he vestido de gala: frac, sombrero y bastón. Como en las noches de gran abono. Es un deleite haberlas encontrado en este mundo bloguero. Abrazos.

Marisa dijo...

Malena que bien describes
el cariño que una madre siente
cuando el nido queda vacio,
sabe que su cobijo ya ha cesado
que debiera estar contenta
porque su amor ya ha volado,
pero no puede dejar de pensar
cuantos serán los obstáculos
que le quedan por sortear.

Un montón de besos.

angela dijo...

Un abrazo
al alma;
Dulce, de verdad

por sobre todo
madre !!

otro abrazo

Juan Antonio dijo...

Malena

Qué maravilloso es el amor de madre, siempre atenta al hijo, a su respirar, a sus juegos, a sus estudios, a sus amigos y al vuelo en busca de su propia vida.

Precioso escrito, con mucho amor y sensibilidad.

Un abrazo.

Juan

Manu DG dijo...

Querida Malena, me asombra tu capacidad de sublimar lo cotidiano... la ternura y el alma puesta en la palabra.
Si vivir es un arte... manejas muy bien el oficio.

Prometeo dijo...

Es experimentos vuestros son una delicia, un autentico remanso de ternura y belleza. por cierto los gorriones en Madrid estan desapareciendo y nadie sabe ni el como ni el porque, seria una pena, son unos animalillos que me encantan, simbolo de muchas cosas...un abrazo.

El Drac dijo...

Qué bella metáfora querida amiga, en verdad el amor de una madre para con sus hijos es entrañable y abnegado. Te mando un fuerte abrazo desde Perú.

Raquel dijo...

Como siempre mi enhorabuena a las dos. Tu texto me ha trasmitido belleza, delicadeza y un poco de tristeza. Y la poesía de Elsa me ha encantado, escribir poesía así de bien es dificil, tienes que tener vocación de poeta.

Un abrazo, Malena.

latrís dijo...

Qué bien lo has descrito Malena. Creo que para una madre debe ser muy difícil ver volar a su gorrión, pero también debe enorgullecerla ver en lo que se ha convertido!.
Lo bueno es que vuelva a posarse en tus manos y se deje acariciar, significará que siempre estará contigo!
Un fuerte abrazo y buen inicio de nueva etapa!

Elsa dijo...

Gracias, Malena. Repito: eres toda corazón.

Muchos besos.

PD: Ya sabes, triste, triste. Y encima, como soy tan llorona...(pasará)

aguacateyfresas dijo...

Siempre se vuelve al nido, es nuestro refugio! es el lugar donde nunca nos van a fallar...

Soledad Sánchez Mulas dijo...

...¡ay!...

¡Qué belleza, Malena!

Pero así es, han de volar y han de dejar nuestro nidito vacío. Pero lleno de amor.

¿A que sí?

Un beso enorme, guapísima.

S.

Soñadora dijo...

Que dupla maravillosa de escritos Malena, a cual más emotiva! O será que estoy sensiblona? Felicitaciones y gracias por regalarnos letras tan preciosas!
Besitos,

MentesSueltas dijo...

Vuelan los grises gorriones, entre tus bellas letras... hermoso.




Te abrazo
MentesSueltas

Sol - Estaré siempre dijo...

Preciosos ambos poemas...
Asi es la vida, nos enseñan a volar con la ternura y la gran paciencia del amor...
Siempre es bello volver... me gusta volver!!!!
Aunque Male, a veces me da pena... que algunos no quieran hacerlo... y esos, que les dieron alas, quedan tristes y solos, esperando...
Besos cielo, ya sabes que te aprecio mucho pero aprovecho hoy que es feriado en mi país para darme una vueltita y darte las gracias!!!!
Besos cielote, llenos de luz para ti!!!

Amaya Martín dijo...

No conozco la sensación por falta de experiencia, pero me ha resultado fácil, y tremendamente bello ese sentimiento en vuestras letras
Un poema (el de Elsa) lleno de intimidad y ternura, y una prosa poética, la tuya, Malena, delicada, dulce como ese gorrión que se marcha para volver, nuevamente a tus manos
Mil besos a ambas

maria varu dijo...

Malena y Elsa... Elsa y Malena
a ambas os felicito por vuestras palabras, por los versos... siempre es duro que el vuelo los aleje, pero así lo hicimos también todos nosotros...

un beso a cada una

@Intimä dijo...

Malena hoy me has emocionado especialmente, hoy es el cumpleaños de mi hijo y siento como poquito a poco comienza su vuelo, algo tan natural y a la vez una sensación extraña para una madre.
Un besito.
Pd: preciosa comunión de palabras las de Elsa y las tuyas.

Emilio dijo...

Inevitables vuelos (la vida misma) en verso y prosa.
Un abrazo para ambas.

loweitokyo dijo...

Precioso texto, estoy convencida de que a estas horas uno se vuelve más sensible, a todo