Premio Limonada

He recibido de mi querida compañera Adrisol del blog "Campo de Sueños" el Premio Limonada como blog que muestra una gran actitud y/o gratitud.

Adri, es un honor para mí recibirlo y más viniendo de una gran persona como tú. Expongo las condiciones del premio tal como se debe de hacer pero me resultará imposible nominar a cinco compañeros pues todos en mi opinión se lo merecen. Así pues, están todos nominados.

La 5ª condición me parece preciosa pues esparcir el amor creo que es algo que todos intentamos y tenemos un buen ejemplo en tu blog solidario que nunca olvida una palabra de cariño para los más necesitados.

Mil besos y mil rosas, Adri.

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Cada premio que se recibe conlleva unas condiciones y éstas son las del Premio Limonada

1. Poner el logo en el post o en el blog.

2. Nominar al menos otros 5 blogs que muestren una gran actitud y/o gratitud.

3. Asegurarse de enlazar bien a los nominados en el post.

4. Hacerles saber que han recibido este premio mediante un comentario en su blog.

5. Esparcir el amor y no olvidarse de enlazar a quién te premió.

Penar

Mis queridos amigos, hoy me he unido a la inspiración de nuestro compañero de blogs, Salvochea, y a uno de sus bellos poemas de su Poemario"Los colores de la mar". "Penar" es el título. Gracias Salvochea por tu generosidad al dejarme utilizarlo y a vosotros, espero que seais benevolentes conmigo.

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Cuadernillo de espirales,

poemas de tinta y viento,

donde desgrana las letras,

que velan sus sentimientos,


Nostalgia, pesar, añoranza,

pena, soledad, hipocondría,

da igual que invente versos

con regusto a sal marina,


rimas que llenan sus horas

de inquietante melancolía,

letras del color del agua

de la mar de su bahía.


Ese murmullo de las olas

que vuelven una y otra vez,

haciendo danzar las barcas

fondeadas junto a la orilla.


Abatido por los recuerdos

hastiado de tanto penar,

mira a su interior y piensa

si está loco o está cuerdo.


SALVOCHEA


¿Quién dijo que los sueños no tienen alas? Cierro los ojos y hasta tí me voy, en carne... en alma...Y me pierdo en tus brazos, en tu aire. Aire que canta haciendo bailar a las palmeras por alegrías.

Cielo azul que se refleja en ese mar que amo, que quiero. Mar que mece a las barquillas que van entrando por la bahía.

Alameda de Apodaca con sus dragos centenarios: mi infancia. Mi juventud se pierde entre tus caminos, entre lo bancos donde te escribí mis primeros poemas.

¿Cómo no llevaros en el alma? Plaza Mina, Teatro Falla, Puerta Tierra, Catedral, Benjumea, Plaza de San Antonio, Columela. Os hablo de las mil historias que me han sucedido desde que me alejé de vosotras, mientras me decís que nunca me apartasteis de vuestro recuerdo.

Tan cerca y tan lejos...y en una barquilla me subo mar adentro dejando atrás tus casas, tu imagen, las rocas contra las que rompen las olas llenando de olor de salitre y algas a este pueblo marinero.

Tan cerca... tan lejos...siempre te llevaré Cádiz ligada a mi pensamiento.


Malena

Reflexión: La piedra como animal de compañía

Hablaba el otro día con una amiga sobre que hubiera sido de nuestras vidas si en vez de actuar de una manera, hubiésemos elegido la opción opuesta.

La verdad es que es un tema que se presta a plantearte muchas preguntas aunque sepas de antemano que no se puede actuar sobre el pasado, pero sí basarte en él para decisiones futuras.

Debemos suponer que de una conducta anterior errónea, nacerá una acertada en el futuro, aunque no lo tengo yo tan claro, pues el hombre es el animal que más veces tropieza con la misma piedra, y a pesar de las heridas, si se la vuelve a encontrar y la herida ya ha cicatrizado, puede hasta gustarle la piedra, aunque en ese caso habría ya un componente de masoquismo.

Y puestos en lo peor, a veces nos juega una mala pasada la memoria selectiva, haciéndonos olvidar procesos dolorosos dando lugar a caer en los mismos y entonces es el momento no de tropezar con la piedra, sino de cogerla y estrellarla contra nuestra cabeza y cual si fueras una madre, mirarte al espejo y decirte: ¿pero no aprendiste, hija mía?

Y como veo que estoy trivializando el tema y para no seguir filosofando, llego a la conclusión de que elijo a la piedra como animal de compañía.

Y digo yo...¿alguna vez aprenderemos?

Ya sé que la pregunta de mi amiga no tiene nada que ver con este final, pero así soy yo, que me salgo por los cerros de Úbeda.


Malena

La apuesta del pato laqueado

http://www.youtube.com/watch?v=WnnQ67bpj5M

Pues sí, llegó el día en que tuve que cantar la canción "tóng huà" (Cuento de hadas), en karaoke y no voy a mentir, un poquillo de nervios tenía en el estómago, no por la canción, sino por la pandilla que me estaba esperando para que la cantara.

Empezó la primera parte de la clase, abrimos el libro y entre leer el nuevo vocabulario y repasar en la pizarra los caracteres, se pasó la primera hora.

Llegó la hora del descanso pero allí no se movió nadie. Hay que decir que durante la primera parte, de vez en cuando, notaba miraditas de guasa pero como decía aquel anuncio:"A mí plim, yo duermo en Pikolín".

Pues a lo que iba, Hu an dijo mirándome: ¿ahora o cuando empiece la segunda parte? y yo muy "profesional" dije:¡Ahora! Alea jacta est como decían los romanos.

Todos iban tomando posiciones cómodas y relajadas y yo me puse las gafas para que no se me escapara ni una palabra y allí empezó lo que espero que veais en el video.

No. No salgo yo, pero la música del principio que parece la guerra de las galaxias en chino, no es la canción. Está un poquito más adelante y espero que la oigais porque merece la pena y así me imaginareis cantándola.

Pues sí, ¡la canté! al principio tímidamente porque el público impresiona, pero luego me lancé como la Callas y ...¡llegué al final!

Bueno...aplausos, abrazos, palmaditas, allí hubo de todo, pero lo que no se esperaba nadie es que yo llevara(escondidas porque no está permitido) dos botellas de cava que despertaron el entusiasmo de la concurrencia.

Ni que decir tiene que Hu an no se atrevió a decir que continuáramos la clase y entre vaso y vaso, risas y más risas, acabamos todos enlazados por la cintura y ¿cantando? juntos la canción del karaoke. Muy afinados no es que cantáramos pero con alegría, sí.

¿Y el pato de la apuesta? pues hemos quedado en ir a cenar todos juntos y estoy segura de que acabaremos cantando la canción , y es que, le hemos encontrado el gustillo.



Malena

En mitad de la noche.

Recuerdo aquella noche... más de una vez la he evocado y mi corazón late acelerado dentro de mi pecho al evocarla. La noche... la brisa... y mi cuerpo agitándose inquieto sobre las sábanas.

Por el ventanal abierto entraba el olor a algas y salitre que provenía del mar envolviéndome, y el rumor de las olas que iban a descansar sobre la arena, me traía entre susurros el eco de mi nombre.

Me incorporé subiéndome los finos tirantes que se habían deslizado por mis hombros, y seguí oyendo con voz muy cálida a alguien que me llamaba.

Cerré la puerta tras de mí y fui caminando con los pies descalzos sobre la arena. Las estrellas destacaban en el cielo y la luna se reflejaba en el mar bañándolo de plata.

Fue entonces cuando sentí unas manos varoniles acariciando mi espalda y su aliento sobre mi cuello. Caricias que me recorrían como dibujando un mapa sobre mi piel que las recogía con avidez.

Susurros y caricias que me inundaban, que me hacían subir y bajar al igual que lo hacen las mareas y así, me hizo suya.

Sólo se oía el rumor de las pequeñas olas que al llegar a la orilla, se deslizaban sobre nuestros cuerpos.

No sé si fue realidad o un sueño, sólo sé que a la mañana siguiente... lo primero que vieron mis ojos... fue una rosa roja apoyada sobre mi almohada.


Malena

Gracias

Mis queridos compañeros y amigos: Gracias de todo corazón por vuestras muestras de afecto y por vuestra compañía en estos momentos. Son cosas que no se olvidan nunca y que te hacen valorar las relaciones que se fraguan dentro de este mundo mal llamado virtual.

Vuestros comentarios, e-mails y llamadas han sido un apoyo y un consuelo.

En nombre de mi familia y mio os doy las gracias por vuestro cariño.

Un beso muy grande,

Malena

Adios Wiper

No sé si existe un cielo para perros,corazón mío, pero espero que estés disfrutando allí.

Echaré en falta tus ladridos exigiendo mimos, tu ponerte a mi lado en la cama, cuando leía, buscando que te acariciara tu sedosa cabeza. Mis paseos junto a tí por nuestro parque y el sentarnos juntos en un banco tomando el sol de primavera.

Te has quedado dormidito en mis brazos mientras tus ojos en los míos me explicaban mil cosas.

Dejas un vacío muy grande en mi alma, mi Wiper, y no me hago a la idea de que no te veré ni acariciaré nunca más.

Siempre te llevaré en mi corazón.

Tu amita,

Malena

Un nuevo Génesis

¿Quién necesita compañía cuando uno puede sentarse solo y beber en su habitación? Anónimo.

Así pensaba alguien cuya mayor inquietud en esta vida, era escucharse a sí mismo."Yo siento y todo gira alrededor mío. No hay ningún pensamiento que no me tenga a mí como protagonista. Yo hablo de lo mío. Yo observo solo lo que es para mí. Solo me importa aquello de lo que soy receptor".

Y seguía sentado en su sillón, indolente, con una cerveza en la mano. No vivía, solo sentía. Era un mundo de sensaciones que tan pronto lo hundían como lo enervaban. Dueño de su propio mundo conscientemente autista, en el que no penetraba ninguna información que su mente no hubiera cribado con anterioridad.

Mi sillón, mi vaso y yo. Pero, como no existen los milagros, digamos que se debió a una extraña conexión neuronal. Algo imprevisto que lo dejó perplejo. Y saliendo al exterior, empezó a mirar por primera vez todo lo que le rodeaba.

Y como un pequeño dios, inició sin saberlo un nuevo Génesis.

Y vio la luz que iluminaba,
y vio las aves del cielo y los peces del mar,
y vio el sol y la luna,
y la tierra, las plantas, a la gente que le rodeaba,
y vio que todo era bueno.

Que había otro tipo de sensaciones y, conmocionado por este descubrimiento, abandonó su sillón, su indolencia y su cerveza y ...empezó a caminar.


Malena