Hay veces, cuando llega este otoño, en el que al mismo ritmo que caen las hojas de los árboles, se va adueñando de tí una melancolía que toma su aposento en tu alma y te deja sin fuerzas para seguir hacia adelante.
Un otoño romántico pero triste que te hace filosofar sobre cosas de tu vida y que te puede arrinconar dejándote sin defensas.
Mi querida amiga Viento, me envió un sms que me hizo llorar de emoción y en el que decía entre otras cosas, que nunca nos pueden abandonar los sueños.
Su sms, su llamada y vuestros comentarios a la dulce geisha, se transformaron en abrazos que fui recibiendo y llenándome de una calidez que necesitaba.
No sois sólo compañeros de blog. Viento, Rafa León, Calle Quimera, Fgiucich, En tierrra de nadie, Consuelo, María Narro, Prometeo, Durrell, Patry, Paco Huelva, Manolo Rubiales, Victoria, Mi Perro andaluz, Mi Chica, y en la gran distancia, Mucha con sus consejos y otros más de los que estoy segura que de saber que los necesitaba, habrían venido. Os habeis convertido en algo más entrañable: en amigos que han sabido con sus palabras estar a mi lado.
Los sueños no pueden morir nunca y yo no puedo renunciar a ellos. Sueños hay en una hoja que cae, en gotas de lluvia, en un cielo gris... todo depende de los ojos con que los miremos .Y mis ojos los vuelven a mirar con poesía
Para cada uno de vosotros, un beso muy grande con todo mi cariño.
Malena
32 comentarios:
Con las hojas de los árboles parece que caen sueños, lágrimas, ilusiones... A veces sólo necesitamos la mano de un amigo para recordarnos que lo que hay que hacer es tomar un puñado de esas hojas y ver como vuelan libres por el cielo.
Gracias a ti por todo, AMIGA MÍA. Un beso enorme y muchos abrazos.
A tu lado Malena, aún en la distancia. Ánimo luchadora.
Un beso.
A mi me gusta mucho el otoño, pero también es cierto que es una época meláncolica.
Espero que tus ojos brillen de felicidad a partir de ahora y que no se apaguen con el frío invierno que vendrá dentro de poco.
Sabes que en Madrid tienes una amiga, un poco pequeña e inmadura aun jeje, pero una amiga.
Un abrazo muy fuerte Malena.
Siento lo mismo por tí. Abrazos.
A mí hace ya años que el otoño me produce una profunda melancolía, no lo puedo evitar. Creo que es algo que le ocurre a una gran mayoría de personas, pero todo pasa y todo queda, que decía el poeta.. Pasará el otoño, y con él su melancolía, pero quedarán los sueños. Esos siempre..
Besos, princesa. ¿Una sonrisa? te la cambio por la mía.. :-)
¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
(GAB)
Las gracias son todas para ti querida Malena.
Mil besos.
Gracias para ti, Malena, por darnos tus vivencias, dejarnos acercarnos a tu alma desnuda, leer tus poesias.
Y ahora mas que nunca, bellos estan los bosques con su gama de marrornes, rojos y verdes, con las telas de araña iluminadas por las gotas del rocio atrapando los rayos de sol. Y vuelven las castañas, calentitas, para llevar en el bolsillo e irlas comiendo por el paseo.
Me encanta el otoño.
Un fuerte abrazo.
Gracias a ti por compartir tus sueños y tus fantasías, el resto sólo somos tus testigos.
Vino y besos.
Malena, escribir es soñar...
Besos.
No sabes, querida Malena, lo que me ha gustado leer tu comentario. Tú eres la estrella central de esta blogosfera y cuando el brillo que irradias decae en intensidad, también decaemos los que elevamos los ojos para contemplarte.
Un beso bella Malena.
Nunca abandones cuando todavía seas capaz de otro esfuerzo más. Nada termina hasta el momento en que uno sueña y tus sueños están esperando hacerse realidad. Abrazos y Bendciones AMIGA MIA. CHau chau
Pues de nada, y gracias a ti por el mismo motivo, querida malena.
Un beso
Dicen que sin sueños al dormir no lograríamos descanzar...
Digo que sin sueños al abrir los ojos no lograríamos vivir...
Un abrazo Malena
Gracias a ti por ser como eres y dejarnos respirar de tu sensibilidad. Salud!!!
Dashina, corazón, de tu mano he tomado esas hojas y las he echado a volar. Es maravilloso su vuelo. Un beso muy grande y gracias.
Viento... un beso muy, muy grande. Gracias por tu presencia.
Patry,cuando llegue el invierno nos traerá los copos de nieve y nos hará soñar.Estoy contenta con tu alegría. Ya sabes el por qué. Un beso y cuento contigo en Madrid.
Fgiucich, un abrazo muy grande y gracias.
Mi dama Quimera, tu sonrisa no te la quitaría por nada del mundo, haces mucho bien con ella. Besos, mi gemelita.
Un beso enorme, Allan. Gracias por tu cariño.
Prometeo, tenemos que dar tú y yo ese paseo por el paisaje otoñal al mismo tiempo que compartimos esas castañas asadas. Un beso.
Gracias Manolo, pero me tienes que contestar aquello que te preguntaba en tu blog sobre lo del "icono", ya sabes... los muñequitos :) Mucho vino y muchos besos.
Durrell, aquí afortunadamente todos brillamos con la misma luz.Imagínate que yo fuera la única y tuviéramos un apagón:) Recibo en tus palabras tu cariño que es correspondido. Un besazo.
Joselyn, mientras tenga amigas como tú, no abandonaré nunca. Un beso muy grande.
Rafa... poeta, un beso grande y gracias.
Juan, compañero de Trazando caminos, es verdad, sin sueños no podríamos vivir. Un beso.
Etinarcadia, tú y Avalon me haceis soñar cada día. No se lo digas a nadie, pero estos días "chunguillos" he estado recuperaándome en esa calle tan querida que es mi Calle Quimera.Salud y besos, mi caballero Quimera.
Hola Malena,un abrazo para ti,y gracias por todas tus letras,son maravillosas,te transportan a los más bellos y recónditos lugares.
Debes de culpar al otoño de tu melancolía, nunca pensar que será duradera. Todos nos solemos poner, en mayor o menor medida, nostalgicos en otoño, pero la primavera está a la vuelta de la esquina, sino en el tiempo, si en tu alma.
Besos
Un beso muy grande para tí, Mi Chica.
Gracias por tus ánimos, Trini. Es verdad que el otoño en mayor o menor grado nos trae melancolía. Es cuestión de aceptarla y pensar, como dices tú, que la primavera debe estar siempre en nuestra alma. Un beso muy grande.
Estos pequeños detalles son tan enormes como tu poesía.
Gracias, seguiré leyéndote y admirándote
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