domingo, 15 de junio de 2008

De vuelta a casa


Ya han pasado los días en un abrir y cerrar de ojos y el hogar me ha recibido con los brazos abiertos. Nunca mejor dicho aquel archiconocido: "Hogar dulce hogar".

Os tengo que dar las gracias por el cariño con que me habeis tratado y por como habeis cuidado del Tintero. La impresión que me ha dado al leeros, es la misma que cuando llegas al aeropuerto, después de un viaje y ves a los amigos que han venido a recibirte y darte un abrazo. Me he sentido feliz y me he dicho: ¡Aquí está mi otra familia!

También quiero daros las gracias por la benevolencia con la que habeis tratado el post de "Llora una guitarra". Tengo que confesaros que disfruté escribiéndolo, y es que a pesar de tener una vena melancólica y soñadora, cuando oigo el rasgueo de una guitarra española, y una voz que a veces canta alegrías y otras echa al aire sus lamentos, sale lo más racial de Malena.

Mi sangre se convierte en fuego y mi cuerpo es una llama que baila, sube y baja, dejando el alma en cada uno de sus movimientos, porque ni puedo ni quiero renunciar a esa mitad de sangre andaluza que corre por mis venas.

No sé como va a salir este post de largo, pero es que no quiero cerrarlo sin daros las gracias uno a uno por todo lo que me dais y aportais en cada uno de vuestros comentarios.

Os iré visitando en vuestros blogs porque no quiero perderme lo que habeis escrito y saber como estais.

Mil besos.

Malena

(Continúa en el post de abajo)