Sauces llorones dejan caer sus ramas sobre el lago del Oeste de Hangzhou. Sus aguas tranquilas se ven surcadas por curiosas barcas conducidas por un barquero que mueve el remo con gran maestría.
Se oyen risas a lo lejos. Personas que han venido a pasar el día al lago, disfrutando de sus merecidas vacaciones. Sombrillas multicolores inundan los paseos que rodean al lago, y allí, a lo lejos, majestuosa, se alza la Pagoda de las seis armonías.
Estaba contemplando esas aguas y el baile de las ramas del sauce llorón, cuando he tenido la necesidad de llegarme hasta la vieja pagoda. Abro mi sombrilla y me dirijo hacia la colina. Respiro profundamente y abro mi corazón a las sensaciones que me ofrece el paisaje.
La vieja pagoda está vacía. Símbolo de un pasado no muy reciente, pero lo que voy buscando no es eso. Quiero subir el camino serpenteado para llegar, después de observar las estatuas, a la campana de las seis armonías.
Allí está. Inmensa y solitaria, protegida del sol por un templete, esperando al alma que quiera pedir a los dioses un deseo. Ha de ser golpeada seis veces con un gran badajo, para producir el sonido que despierte a los dioses de su ensueño y poderles pedir un deseo.
Me siento en sus escaleras y me quedo contemplándola. Ella y yo a solas. La miro con respeto y pienso en la cantidad de personas que han venido a hacerla sonar, con una petición en los labios. Tantos deseos que se han levantado hasta los cielos...
Yo también traigo mi petición y mi fe en que se me concederá. Sonrío y pienso con cariño en los seres que quiero. Sus caras pasan por mi mente y también sus necesidades. Les amo y por eso mi petición será para ellos, para su felicidad.
Creo que ya estoy preparada para ese momento. Me levanto y acabo de subir las escaleras. Me situo delante de ella y antes de hacerla sonar, la acaricio. Viejo bronce lleno de escrituras que hablan de paz y armonía.
Tomo con fuerza el badajo y con profunda emoción, voy arrancando de la campana seis sonidos que se esparcen por el paraje, extendiendo sus ondas sonoras al igual que las ondas del lago, cuando arrojo alguna piedra.
El deseo ha sido pedido y unas lágrimas de emoción resbalan por mi rostro.
Bajo lentamente las escaleras y me dirijo con cuidado, saltando por encima de las piedras que se elevan sobre el estanque, hacia el bosque de bonsais y de las pequeñas pagodas.
Respiro llenando mi alma de serenidad y de paz. Abajo,en silencio, la campana de las seis armonías espera el siguiente deseo.
Malena
31 comentarios:
Me encantan las campanas. Como he enividiado ese instante fugaz, que sera eterno en el tiempo y espacio, en el que pediste el deseo y tocaste la vieja y sonora campana, la de las seis armonias integrandote en el universo con ese sonido bello, armonico, musical.
Como te envidio. Sana envidia, por supuesto.
Un fuerte abrazo y animar a la selecion de baloncesto esta noche contra Rusia, ganaremos y estaré alli.
Hermoso escrito, tus textos me encantan.Gracias por enlazarme ya estamos juntas
besos
Ni te imaginas lo que estoy disfrutando con esta serie de posts que recogen tus experiencias en China. Consigues transmitir paisajes y, sobre todo, sentimientos. Es como haber hecho ese viaje contigo acomodados en tus ojos..y en tu corazón.
Debió de ser tan mágico y especial el momento de golpear esa campana 6 veces... Entiendo que saltaran las lágrimas.
Besos, princesa.
Ojalá fuera tan fácil. Ojalá bastara con tocar una campana para que se cumplieran los deseos... De todas maneras, gracias por hacernos creer que es posible.
un beso
etdn
La negatividad se siente. Los buenos deseos, las vibraciones positivas, también. Seguro que tus elegidos las percibieron. Yo siento el cariño de mi madre cada día. Aunque no la vea. Ella piensa en nosotras, sus hijas, y sus pensamientos nos besan.
Como siempre, precioso, serenamente precioso.
Un beso.
UN beso.
Hola, Malena...
Dejaste un comentario en Trazando caminos mostrando tu interés por participar en este blog común...
Necesito una dirección de correo para poder enviarte la invitación; por favor contacta conmigo en mundodelokos@gmail.com, si estás interesada...
Un saludo...
Que bonito!!!, me has hecho estar allí, hacer sonar las campanas, escucharlas y hasta pedir el deseo!!!
Increible!!!Ya sabes que me encanta pasear contigo!!!
Besicos.
Precioso post el tuyo... lo he comprendido perfectamente... he tenido experiencias parecidas... y es hermoso...
Si, yo, como tú, hablo con el corazón...
Gracias por tu visita
Besos
Prometeo, me hace ilusión el que me digas que te ha gustado el texto.Disfruté tanto,que quería compartir esas sensaciones con vosotros.Gracias por decírmelo.Un beso.
Mucha,gracias por volver al blog y por tus amables palabras para mi texto.Un beso muy grande.
Avalon,es verdad. Fue un momento muy emocionante para mí porque era consciente de lo que estaba haciendo y pedir la felicidad de los que amas,y tenerlos tan cerca en mi corazón y tan lejos físicamente,fue algo indescriptible.Un beso muy grande.
El cariño lo sientes aunque los seres queridos estén lejos,¿Verdad Viento? Te deseo que las mariposas de tu poema,vuelen bien alto.Un beso enorme.
En tierra de nadie,quiero creer y así lo siento, que lo que pides con fe y con todo tu corazón, se cumple.Un beso muy grande.
Delokos,paso ahora a cumplimentar los requisitos.Gracias por ayudarme.Un beso.
Carnmars,me encanta que te guste venir a pasear conmigo.Un besito.
Gracias por venir,Ignatius.Ha sido una suerte encontrarte en este mundo bloguero.Un beso.
Se refleja en tus letras toda la serenidad del lago y la pagoda,muy bonito.
Un beso.
Jo Malena, qué delicioso. Tú perteneces a esas escritoras en las que uno reposa y se deja llevar al mundo del encanto y la belleza. Leerte siempre es "especial".
Besos
(Al fin te pude incluir en los enlaces y actualizaciones, antes con Terra no me dejaba.)
Una delicia de lectura Malena, visitar China debe ser un gustazo.Nosotros la visitamos a traves de tus escritos.
Se produce con este texto la magía de la escritura. Malena has descrito una infinita imagen que rondará en nuestro recuerdo por mucho tiempo, una muy tierna mezcla de visión de una lugar y sentimientos que se entrecruzan.
Te felicito. Sigue mantiendo esos ojos que te permiten mirar allá donde vallas, además sigue dejando que las palabras fluyan en tí, los demás esperamos poder estar cerca para leerte.
Besos desde el otro lado de la luna
El vecino del 4º
Iremos a sambhala algún día?,seguro que sí. Salud y besos¡¡.
Me alegro de que te haya gustado, Mi chica. Estoy yendo cada día a tu blog, pero parece que te has declarado en huelga :) Un besito.
Miguel, gracias por esas cariñosas palabras y gracias también por enlazarme.Me ha hecho ilusión. Un beso.
Cálida brisa, lo viví con intensidad porque es un viaje que no se puede hacer todos los días y era consciente de que en aquellos momentos era una privilegiada. Por eso lo gravé en mi corazón.Un beso muy grande.
Vecino, recibir tu visita siempre es un placer y si encima me dices esas cosas tan bonitas, no te dejaré que te marches. Un beso muy grande y gracias.
Tenlo por seguro, Etinarcadia. El Tibet tiene algo especial para mí y estoy segura de que para tí también. Un beso muy grande, caballero Quimera.
Leyendo tu precioso relato, se me ocurrió pedir un deseo. Veremos qué pasa.
Un besote.
PD: Estuve alejado del mundo virtual, pero volví presuroso por tus post. Cuando leas esto, quizás ya haya escrito algo.
Ojalá se cumpla pronto tu deseo, Allan. Un beso muy grande y gracias por publicar.
siempre me calma leerte.
Un abrazo.
La eterna búsqueda de la felicidad. Abrazos.
Me has hecho viajar al año pasado, cuando en Wuhan (provincia de Hubei, a 600 kilómetros al oeste de Shanghai), toqué la campana de la torre Huanghelou dos veces, y por supuesto, pedí un deseo. Gracias por veir por mi blog. Me encantó el tuyo; especialmente este post sobre China.
Besos.
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